El estudio actual representa la mayor investigación hasta la fecha sobre el trastorno dismórfico corporal (TDC) y las tendencias suicidas entre adolescentes y adultos jóvenes. Además, es el primero en explorar la contribución de las influencias genéticas y ambientales de esta asociación. Los hallazgos sugieren que el suicidio puede aparecer sorprendentemente temprano en el curso de la enfermedad, cuya edad media de inicio del TDC se ha informado en otros estudios en torno a los 16-17 años. Es importante destacar que la asociación parece estar sustentada en gran medida por influencias genéticas, pero también es probable que los factores ambientales no compartidos expliquen una proporción sustancial de la covarianza. La identificación de estos factores genéticos y ambientales podría destacar nuevas oportunidades de intervención entre personas de alto riesgo.